Castaño del Robledo




Castaño del Robledo
quizás deba en parte su existencia al hecho de ser nexo de unión entre varias poblaciones cercanas, circunstancia visible en su trazado urbanístico, en cuyo casco confluyen los caminos a Jabugo, Santa Ana la Real, Alájar, Fuenteheridos y Galaroza.

La fecha de inicio de poblamiento no está suficientemente documentada aunque, a finales del siglo XVIII, el capitán Pedro Antonio Sánchez Palomo relataba para el geógrafo real Tomás López que “por los años de 1400 tenían ya los moradores de ésta en la parroquial de Galaroza la capilla del Santo Cristo (como consta en los libros parroquiales de casamientos y bautizos de ella)”.

Con la conquista del Reino de Granada y el descubrimiento de América (1492) se inicia una época de florecimiento económico generalizado en la España de los Reyes Católicos que se deja notar también en el aumento de la población de Castaño del Robledo, que, según la tradición, en 1554 fundaron cinco vecinos de Aracena como aldea de ésta. Este inicio de despegue demográfico, que se afianzará durante el resto del siglo XVI, va a significar una transformación del paisaje, produciéndose una paulatina sustitución del robledal existente en torno a la aldea por las plantaciones de castaño.

Según el historiador Javier Pérez Embid, en el año 1700 los 50 vecinos de Castaño del Robledo denunciaron ante la justicia real las vejaciones y cargas que sufrían de Aracena. El 27 de marzo de este mismo año, los procuradores de la aldea se reunieron en Madrid con Diego Felipe de Guzmán, señor de Aracena, consiguiendo el nombramiento de villa y la potestad para nombrar sus propios oficiales, justicias y miembros concejiles.

Como consecuencia, Castaño del Robledo vio como rápidamente aumentaba su población y crecía el número de caseríos a la par que se renovaba la iglesia parroquial.

Para finales de siglo XIX se produce un estancamiento demográfico junto a una caída de la actividad económica, aunque la población alcanza su máximo histórico en el año 1877 sumando 1.295 habitantes. Un siglo más tarde, Castaño del Robledo llega a quedar casi deshabitada.

Tras tocar fondo, en los inicios del siglo XXI, Castaño del Robledo renace aupado por la bonanza económica general del país, el redescubrimiento de sus atractivos naturales y culturales, que desembocan en un incipiente pero firme aprovechamiento de sus recursos turísticos, y la definitiva consolidación de su potente y prestigiosa industria de derivados del cerdo ibérico.

Un patrimonio y naturaleza monumentales

El municipio de Castaño del Robledo está situado en el centro del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, ocupando sus cotas más altas, y en él habitan las especies animales y vegetales más características de la comarca.

A la par, su núcleo urbano exhibe una imponente capacidad constructiva, desarrollada a lo largo de varios siglos y evidenciada en la rotundidad de su caserío, reconocido como Bien de Interés Cultural (Conjunto Histórico-Artístico), la corpulencia de su Iglesia Inacaba (también en proceso de ser reconocida como BIC) y una gran variedad de detalles arquitectónicos expresados en fuentes, pequeñas ermitas, ajuares religiosos, y su curiosa plaza de toros, hoy abandonada.

Situación administrativa

El municipio es miembro de la Mancomunidad Sierra Occidental de Huelva, junto a Almonaster la Real, Aroche, Cumbres de Enmedio, Cumbres Mayores, Cumbres de San Bartolomé, Cortegana, Encinasola, Jabugo, La Nava, Rosal de la Frontera y Santa Ana la Real, y también pertenece a la Diputación de Huelva.

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